Cuando la psicología era (aún más) una ciencia joven, las escuelas conformadas por psicólogos conductistas y psicoanalistas defendían que los niños no podían desarrollar una depresión.
Los primeros alegaban que la depresión, al ser una perturbación de tipo interiorizante cuyo acceso a la observación no era posible, no era de interés clínico. Los psicoanalistas, por su lado, argumentaban que el niño, por falta de madurez y capacidad para reflexionar sobre su descontento frente a su propio yo, no podían experimentar este trastorno.
Paradójicamante, fueron dos investigadores psicoanalistas los que apartándose de la ortodoxia comenzaron a estudiar y mostrar resultados que contradecían estas creencias. Ellos son René SpitzyJohn Bowlby. A consecuencia de estos estudios Spitz llamó a este tipo de depresión, depresión anaclítica; y Bowlby comenzó sus famosos estudios sobre el vínculo entre el niño y la madre, y las repercusiones que tiene su ausencia o la aparición de una dinámica disfuncional en el niño.
Si bien en la primera de las tres entregas sobre terrorismo resolvimos la duda deCómo se Transforma Alguien Normal en Terrorista, en esta, vamos a descubrir cuáles son los rasgos psicológicos que predominan en los perfiles de quienes tienen más posibilidades de convertirse en terroristas.
Como era de esperar, en todo el artículo nos vamos a referir a individuos de la cultura occidental, adoctrinados en su mayoría vía Internet, como vimos en el Capítulo I. Por su parte, en países como Iraq, Afganistán o Nigeria, donde el impacto del terrorismo es extremo, los mecanismos psicológicos y los perfiles de los futuros terroristas son distintos. En este último grupo de países, las personas son con mayor frecuencia obligadas y adoctrinadas incluso antes de poder ser conscientes de lo que sucede.